por R RAMOS-PEREA
En la producción de la película VEJIGANTES que produjo el Proyecto Dramático Lucy Boscana y mis fráteres Edgardo Huertas y Eric Delgado para la WIPR TV, tuve el honor de dirigir a dos magnificas actrices, que belleza escénica aparte, pero más por sus inmensos talentos, dieron a nuestra película ese esplendoroso paso de la tragedia a la redención.
Se trata en primer lugar de Melissa Reyes, quien encarna a Toña cuando es joven. Tal vez la escena más difícil de toda la película es ese momento cuando el gallego en su lujuria la persigue por el palmar, esas miradas grises y deseosas entre el coqueteo y el ultraje, para finalmente ceder a la violencia bruja de la luna… al ritmo de una bomba loiceña furiosa y negra. “Un cuchillo de fuego abrió en dos el níspero y del almíbar nació una niña más blanca que yo...”
Son frases que uno como escritor no puede olvidar jamás. Y cuando están bien dichas, sentidas, con las lágrimas en la voz, se quedan en la memoria de la nación como un puñal que se carga en el costado. Melissa Reyes es una actriz extraordinaria, sensible, generosa, siempre lo ha sido, y puedo decirlo obviando cualquier otra consideración, porque llegó hace muchos años a mi salón de clase con un caudal de experiencias actorales y muchas vivencias que la hicieron la mejor entre los suyos. Su encarnación de Toñita joven, es para mí un orgullo grande que nunca olvidaré y siempre le agradeceré a nombre de mi Maestro Arriví. Esta fue la Toñita que él soñó y la última que vio en vida.
En segundo lugar, Mariana Quiles, la hija de mi hermano Edgar Quiles, y pues quien lo hereda no lo hurta, la reclamé para este personaje desde su primera concepción. A Mariana la vi crecer como una niña traviesa y juguetona las mil y una vez que su padre y yo armábamos los cimientos de la Nueva Dramaturgia Puertorriqueña a principios de los 80 en la sala de su casa.
¿Quién me iba decir que aquella hormiguita siempre alegre, iba a ser luego una de las mejores actrices, sino la mejor actriz de su generación? Y no es la primera vez que la dirijo y no es la primera vez que estalla el orgullo de tenerla en m s proyectos. Mariana es ante todo brillante y estudiosa. No solo es inmensa actriz, es una directora experimentada, una bailarina de cuerpo expresivo y potente y una obsesiva del drama inteligente como pocas hay.
Lo maravilloso de Mariana es que escucha. ¡Qué pena que no pueda decir lo mismo de muchas otras que se oyen a sí mismas! ¡Escucha y aprende! Absorbe el hondo significado de los textos cuando se los explico, con una fascinación que contagia. Y presión mía no le falta: Dos frases del Maestro resplandecen en sus labios: “¡Somos un pueblo bueno que lucha consigo mismo!” y aquella que siempre le destaqué y que es sin duda una de las frases más hermosas de toda la literatura nacional: “Negamos amor y hemos perdido el paraíso!”. ¡Que placer al alma escuchar tales inmensas frases, en voces tan hondas y suaves!
¡Verán en la pantalla a dos grandes actrices nuestras, actrices de esta época que tienen muchísimo que ofrecerles a todas las épocas!
Este domingo, desde las 5:30, por la WIPR TV. VEJIGANTES del Maestro Francisco Arriví. Usted debe estar ahí.
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