Por R. RAMOS-PEREA
Anoche en el ensayo de BOLERO Y PLENA me ocurrió en la intimidad de mi alma, algo realmente extraodinario. No sé si fue el espíritu del Viejo Arriví que se me presentó allí, yo qué sé. Pero una de las más bellas escenas de PLENA me emocionó hasta los huesos. Cosa difícil para mí que en estos días ando un poco agriado con lo que pasa en mi Nación.
Y esto, gracias a los actores extraordinarios de los que goza nuestra Nación Puertorriqueña en su COMPAÑÍA NACIONAL DE TEATRO y que saben encarnar, mucho mejor que nadie en este país, la real escencia de lo que es “Nacional”.
Esa palabra: “NACIÓN”, que no me canso de repetir y de enseñar, tiene una savia única, un latir aunque penoso triunfante, y que nos palpita con eco para unirnos a otros latidos iguales… es lo que trato de cosechar en esta sociedad de teatro, de cine, de literatura, Historia y afrodescendencia que es el INSTITUTO ALEJANDRO TAPIA Y RIVERA.
Actores como Sonia Rodríguez, Israel Solla, Melissa Reyes, Nelson Alvarado, Jesús Aguad, Gina Figueroa, Caroline Vanessa, Basilia Encarnación, Jaycee González y Luis Javier López son ACTORES NACIONALES que llevan décadas trabajando nuestros clásicos dramáticos, comprendiéndolos y estudiándolos, encontrando en tantos ensayos, las mejores maneras de representar aquello que nos singulariza como pueblo. Y lo hacen en total desinterés. Se cobra si el público deja donativos, cuando no hay no se cobra.
En estos días que “cualquier cosa” nos representa a cambio de dinero, acudo a nuestros más hondos sentimientos descritos con genialidad en obras como BOLERO Y PLENA de Arriví, y busco ese desgarrador grito de dolor, esa tristeza honda del ser agredido por otro imperio, del ser privado de su libertad por un pasado de conquistas y abusos, y sobre ellos, ese ser, de la nada -porque nada ha tenido-, se levanta orgulloso a reclamar -no una glamorosa y banal parada en la Baldorioty-, sino del patriotismo del hacer. De construir para los otros una Nación que se valga por sí misma. Llamémosle PREVALECER -sin la neceidad del agriado reconocimiento del otro- por encima de las tragedias.
Destaco hoy a LUIS JAVIER LÓPEZ, que encarna al zapatero negro “Primitivo” en la obra PLENA, y que fuera construido por el Maestro Arriví con gran urgencia de justicia, equidad y rebelión. Su escena en la que con gran furia confronta a su abuela por la ausencia de la familia blanca en la vida de la negra, hará temblar conciencias.
“Dios hizo a los blancos, el diablo a los negros”, dice en enojada broma, dejando salir ese rencor acumulado de siglos. Más tarde señala: “soy negro, mi historia me justifica” y se niega a ese contubernio de condescendencia entre blancos y negros que solo busca aplacar la culpa blanca de la infamia racista.
Su rabia como personaje y su vida ejemplar como actor negro hacen estallar esta obra con luces de excelencia pues -sin universalismos frugales- este actor encarna como pocos la esencia del SER NACIONAL.
Luis Javier López es uno de los mejores actores de nuestra Patria Puertorriqueña. Es negro, tienes sus años, y es callado, detallista, profesional y estudioso. No tiene portadas de farándula, no está en los medios vociferando intimidades ni haciéndose la víctima. Trabaja, y duro. Es un dedicado maestro de teatro en una escuela del interior, que ha dado cuerpo y alma para enriquecer su Patria con su prodigioso talento. Lo conozco desde hace años. Ha sido mi actor muchas veces. Pongo su nombre donde pongo mi palabra.
Vengan a ver a este inmenso actor nuestro desde el 31 de mayo en BOLERO Y PLENA de FRANCISCO ARRIVí en el TEATRO ARRIVÍ.
LA ENTRADA ES GRATIS Y LIBRE porque es la COMPAÑÍA NACIONAL DE TEATRO, ahora con el auspicio del Instituto de Cultura Puertorriqueña y la Comisión Conjunta de Donativos Legislativos del Senado de PR. Nosotros solo representamos el teatro que se escribe en nuestra Nación o sobre la Nación. Y lo hacemos para el pueblo, sin más recompensa que una sonrisa de gratitud.
Nosotros no somos quiénes para exigirle a la Patria, ella es la que nos exige a nosotros. Y tenemos que cumplir.
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