En Puerto Rico se es muy injusto, a veces, con los actores.
Por razón de tantas deficiencias de nuestro ánimo, solo exaltamos aquellos chismes, dolencias sociales y primeras impresiones de aquellas personas que han dado su vida por el arte que practican. En esto, no somos bondadosos, y en ocasiones somos hasta crueles.
Lo peor de esto es que de manera burda fusionamos personajes con actores negándoles el necesario reconocimiento a unos talentos y a unas capacidades que están por encima de lo común, pero que el público, fijado en la TV, no quiere pasar el trabajo de aceptar.
Por mis manos como director ha pasado una pléyade de excelentísimos actores, que han sido encasillados en los personajes televisivos que hacen para ganarse su sustento.
Yo me niego a pensar que una actriz del calibre de Carmen Nydia Velázquez, está entre ellos. Quiero pensar que esta primera dama de nuestras tablas, no es ni será por siempre la simpática Susa, novia de Epifanio (creación de ese otro brillante actor que es Víctor Alicea).
He dirigido a Carmen Nydia varias veces. Y siempre he admirado su temple, su concentración, y sobre todo su profundidad a la hora de encarnar un personaje, de sacar de él sus fibras más intimas e interpretarlo con tal excelencia que olvidamos a la actriz y tomamos la mano del personaje en una desnudez de alma que obnubila.
Desde que dirigí a Carmen Nydia como Mama Toña en VEJIGANTES, personajes y obra que ella ha llevado a escena innumerables veces, me maravilla su calma, su precisión, su conocimiento al detalle de motivaciones, matices y caracterización que realiza. Mama Toña, la abuela mulata y escondida del clásico VEJIGANTES, nos regala con generosidad la luz de su conocimiento, sabiduría popular que da la experiencia y la rabia necesaria y justa con la que se defiende la sangre negra patria.
Su trabajo en la película VEJIGANTES nos enaltece, nos da Nación. A mi me emociona mucho. Arriví se emocionará conmigo. Había veces durante la filmación que del asombro, me quedaba callado disfrutando su verdad… mi productor Edgardo Huertas, me miraba asombrado y nos preguntábamos ¿qué vamos a hacer con tanta excelencia? Actriz que no hay que corregirla, sino conversarle, inteligente, profunda, sensible, y con ese toque de magia puertorriqueña con que habla la brava poesía de nuestros negros de Loíza.
Cuando la veamos encarnando a MAMA TOÑA en la película VEJIGANTES, démosle el respeto que bien ganado tiene a una trayectoria de años, a un talento de oro, y a una sensibilidad de flamboyán. Silenciemos por un momento a la simpática Susa de la TV. Lo que descubriremos, es ciertamente esplendoroso. Y lo mejor es que la ha dejado para la historia de todos nosotros, para los estudiantes que verán la película y para la noble historia de nuestro arte dramático.
Este próximo domingo 19 de marzo, desde las 6 de la tarde, por la WIPR TV. VEJIGANTES.
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