por CARLA CURET
COLABORADORA INVITADA DEL
Recientemente, a pocos días de que se trate de aprobar el proyecto P.C 2170 “Ley Reguladora de la Profesión de la Danza en Puerto Rico” es que el “gremio” de la danza se
entera. No hubo consultas abiertas ni convocatorias.
Leí el proyecto y como bailarina profesional, este proyecto no es funcional de la manera que está redactado. Es contradictorio, discriminatorio y hasta anticonstitucional. ¿Cómo es que pretenden legislar nuestros cuerpos? Por ende, exijo que se desista la aprobación de este proyecto y que se convoque a los bailarines, maestros, coreógrafos, directores que pertenecen y/o
han formado parte de compañías y escuelas por años, aquellos que también tenemos estudios y años de experiencia como bailarines, maestros, coreógrafos, ensayadores en la educación de las diversas ramas de la danza.
Una cosa es enseñar, otra es bailar. Al igual que una cosa es saber enseñar y otra saber bailar acorde a cada genero dentro de la disciplina de la danza, o simplemente el ser artista. Un papel no necesariamente va a garantizar un buen desempeño y viceversa, no por no tener dicho papel se va a obtener un desempeño de calidad. Aparte de la técnica y trayectoria de cualquier bailarín veterano o en formación, el arte en general, incluyendo la danza es una libre expresión y queda de cada compañía, escuela, coreógrafo, maestro, director seleccionar bajo su propio criterio, quien o quienes serán contratados o son
idóneos para X, Y, Z producción, compañía, escuela, coreografía, proyecto, performance u otros.
El arte en general y la danza es diversa y subjetiva. El trabajo presentado en escena del propio artista es su carta de presentación y respuesta, al igual que el fruto de sus
discípulos. Este proyecto en vez de ayudar al “gremio” de la danza propone segregar, disminuir, ahorcar este sector que de por sí por años ha sufrido y continúa sufriendo diversos
atropellos y falta de apoyo. ¿Cómo es posible que intenten convencernos de que esto es bueno? Esto no promete ni tiene miras a mejorar salarios, contratos, condiciones, planes
médicos, terapias, horarios, retiro entre otros. Esto es un atropello a nuestro gremio y un atentado a los grupos culturales que promueven la danza.
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