WIPR SOBR
Por R. RAMOS-PEREA
Podría seguir hablando hasta cansarme de las reacciones que han surgido a raíz de mis denuncias sobre cuestionable vida y obra política de José de Diego y cómo nuestro pueblo ha sido engañado y desvalorado con la creación de “mitos”. Y cómo estos mitos sostenidos por el fanatismo ideológico han invisibilizado a otras muchísimas figuras que merecerían ser honradas y valoradas porque dieron su vida por el país y sus vidas fueron reales modelos de decencia y solidaridad con su pueblo.
Pero al mirar la prensa cotidiana uno se da cuenta de que nada cambia. De que la falta de educación de nuestro pueblo ha creado una caterva de vagos arrogantes que andan por nuestras calles creyéndose los dueños de la verdad.
¡EDUCACIÓN! ¡EDUCACIÓN! Clamaron a viva voz mentes iluminadas como las del intelectual negro de Guayama Eleuterio Derkes, como la exigían hombres y mujeres de inmensa sabiduría como Alejandro Tapia, Baldorioty de Castro, Segundo Ruiz, Ana Roqué, Lola, José Julián Acosta, Corchado, Betances y el inmenso Hostos.
Uno de los mayores instrumentos de educación de nuestro pueblo hace muchos años que se encuentra en situación precaria, y ese es la WIPR-TV. Doy fe, de que, con espacios de politización inaceptables, ha habido muchísimos momentos gloriosos en la WIPR-TV. Se han producido programas, películas y documentos visuales de un valor incalculable que han servido y servirán para siempre a la educación de nuestro pueblo. De los muchos proyectos que yo y el Instituto Alejandro Tapia y Rivera que ahora presido, hemos hecho para la WIPR-TV, la reciente producción de “Vejigantes” dio cátedra de la responsable misión de esa televisora para con la educación de nuestros estudiantes.
Pero la WIPR sobrevive con el puñal de “cero presupuesto” en el cuello. Un presupuesto anual razonable para que esta emisora pueda seguir educando a nuestro pueblo y sirviendo a la comunidad de la manera efectiva y necesaria que lo hace, no es mayor de 20 millones que mantienen empleados, excelentes proyectos de difusión y cantidad de productos culturales.
¡20 millones para la labor educativa popular más importante de todo nuestro sistema público!
Y cuando veo que la Comisionada Residente, la Honorable Jenniffer González Colón, y otros legisladores de fondos federales, por encima de la dictadura de la Junta Fiscal obtienen recursos para adelantar proyectos de reconstrucción, proyectos ambientales, y muchos otros que ciertamente tienen una importancia suprema, me pregunto, ¿por qué no puede la WIPR TV aspirar a una fracción de esos dineros? ¿Dónde hay que hacer la gestión, la labor de convencimiento a los funcionarios locales y federales para que la WIPR no tenga que ser víctima de los vaivenes políticos de aquellos que piensan que la educación NO ES importante ¡porque hay que mirarla como un negocio!?
Si tan pródigos se muestran para muchos otros proyectos -cuya importancia no negaremos jamás- ¿por qué no se puede ser igual de responsable con la Corporación que junto al Departamento de Educación y la UPR, mantienen las luces intelectuales de nuestro Gobierno?
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